lunes, 23 de abril de 2012

Otro 23...

Otro día, semana, mes... sin ti. Durante tu partida mi mundo se ha vuelto muy difícil, en absolutamente todos los aspectos y roles de mi vida. Al parecer, lo más duro ya pasó. Sin embargo, he de señalar que la felicidad se nos escabulle más tarde que temprano, jugando a las escondidas en unas temporadas más que en otras. Trato de esforzarme, siento a veces que te lo debo, de ser mejor persona, para poder seguir liderando a los demás. A mi familia, a mis alumnos, a mis amigos... Siempre quisiste que fuéramos chingones y humildes a la vez. Que razonáramos de tal manera de ayudar y construirnos una vida de bien. Me niego a que seas un recuerdo y nada más. Te debo hasta mi nombre: Cinthya. Y hasta ahora que lo sé o que lo recuerdo, te agradezco y te amo más. No temas venir a mis sueños como lo has hecho antes, no temas nada. Te extraño Padre.

2 comentarios:

  1. Algo bueno de nuestro padre es que nos dio mas razones por las cuales seguir sonriendo, que las que tenemos para llorar.

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